día 49
Hoy fui al súper, si, el del elefante gigante, y, mientras paseaba por sus pasillos de comida orgánica internacional, no podía dejar de pensar en los cerdos. Pareciera que cada fin de semana aparece una feria eco verde y, aunque me encantaría pasar a comprar huevos de gallinas felices y mermelada hecha por una señora y no una máquina, mi presupuesto me conduce a la mercadería del montón, a la harina refinada y el panteón de los preservantes, colorantes, transgénicos y mutantes. Pero esta semana el gobierno declaró una alerta sanitaria en Freirina y fueron a salvarle la vida a medio millón de chanchos que estaban sin agua ni comida hace días porque los habitantes de la ciudad les habían cerrado el camino a los trabajadores de la planta de alimentos. El olor a shit que emanaba de la planta había hecho de Freirina un infierno y no habían habido respuestas. Niños vomitando, dolores de cabeza y de guata por los olores nauseabundos.
Qué importa que la miel sea orgánica si hay un pueblo inundado de olor a mierda. Esa es la verdadera ecología, la ecología social no una feria donde el sector oriente de Santiago pueda ir y sentirse bien consigo mismo porque su consumo es sustentable. La vergüenza más grande es que el gobierno interviene para salvarle la vida a unos chanchos. El mundo al revés.
mira: http://www.minorites.org/index.php/3-lagence/718-vida-de-mierda-comida-de-mierda-cuerpos-de-pobres-s.html
Excelente artículo! gracias!