mantén el secreto del choro

día 43

A los lectores hombres, tengo un secreto que contarles, por si no lo saben ya: en los baños públicos de mujeres existen unos basureros que llevan inscritos una serie de frases enigmáticas. El que me tocó hoy decía «Mantén el secreto!» Otros hay que dicen «Protege tu higiene de mujer!»

¿A qué se refieren? He pausado frente a estos tachitos modernos. ¿Cómo se protege la higiene? Se cuida, te puedes lavar, desinfectar, pero proteger? Así como defender de un agresor? Algo así como «voh no te vengai a meter con mi higiene, chetumadre o te saco la chucha?» o como «no te preocupes, higiene, no te va a pasar nada, yo estaré siempre aquí para apoyarte.» 

Y, más críptico aún, «Mantén el secreto!» ¿De qué secreto me hablan? Un secreto entre quiénes? Entre yo y el basurero? Porque eso hay que aclararlo, hay dos basureros, uno normal y otro especial, el que te habla. Entonces, ¿hay algo que  de lo que el otro basurero no debiera enterarse?

Pero el graffiti todo lo puede y por encima de los stickers oficiales habían rayados aclaratorios. «El choro no es un secreto!», «La menstruación es normal», etc. Y todo calzó dentro de la lógica patriarcal. El o la inventora de la señalética del basurero bionico pensó que a las mujeres les daba vergüenza su sangre y los residuos chorísticos del derrame mensual y que apelar a su pudor incitaría al uso del recipiente. Pero el choro no es un secreto y la estrategia es un insulto porque todas sangramos y todos nos tiramos peos.