día 34
Estoy como los ancianos, que no pueden acordarse con completa exactitud de nada pero había una cuento de Cortázar del invierno, de un chaleco, que habla del invierno. Hoy día fue un día de esos, de ponerse y sacarse cosas y de perderse en un chaleco. Cosas raras del frío.
Terminé el día en un restorán de comida peruana con algunas de las máximas autoridades en animación en Latinoamérica y me seudo dedicaron esta horrible canción.
Dudo que tengan la paciencia de escucharla hasta el final.
¿Existirá el destino?
¿Todos los elementos se conjugan (por arbitrarios que parezcan) para lograr un objetivo final central?