Cuando estaba en Marjorie Veeh Elementary School, colegio público del distrito de Tustin en el sur de California, me hacían escribir, todas las mañanas, una composición diaria sobre un tema impuesto o libre. Tenías una plana que debías llenar y, a lo más, dos y habías cumplido tu tarea. Todavía conservo uno de esos cuadernos, quizás un día me animé a traspasarlo acá al sitio para que se rían un poco de la escritura de una mini-dramaturga. El otro día se lo leí a mi roomate, Maje, y nos reímos a carcajada suelta. Pensé que no era malo el ejercicio. Obviamente hay unas entradas que se hicieron a regañadientes, evitando el tema propuesto, yéndome por las ramas hasta llenar la página, etc. pero pensé, ¿por qué no? Suzan Lori-Parks escribió una obra todos los días y publicó un libro con sus 365 obras, esa película de Julie y Julia con la chiquilla que se propone hacer todas las recetas de Julia Child, en fin. La cosa es que aquí estoy, día uno, primer día completo de Otoño (el equinoccio fue ayer), por lo demás mi estación favorita, y voy a hacer un Composition Journal á la 2012, escribiendo una entrada diaria de blog por un año. No me voy a poner ninguna exigencia de tema ni extensión, como decían en mi escuela, «durarán lo que dura un beso de amor», pero tendrá que aparecer un post cada día, si o si. ¿Qué les parece? (Mis entradas de niña también estaban llenas de preguntas al lector).
here
we
go
!
las esperamos!
🙂